Desde hace unos años, la nutricosmética se ha abierto camino como parte fundamental en los tratamientos corporales para la reducción de grasa o para combatir la celulitis. Sus aplicaciones son tantas como posibles problemas estéticos que nos podamos encontrar. El empleo de las plantas medicinales con fines curativos es una práctica que se ha utilizado desde tiempos inmemoriables; es lo que se conoce como la fitoterapia. Los remedios naturales, y sobre todo las plantas medicinales, fueron el principal, e incluso único, recurso de que disponían los médicos. Esto hizo que se profundizase en el conocimiento de las especias vegetales que poseen propiedades medicinales y que se ampliase su experiencia en el empleo de los productos que de ellas se extraen.
La nutricosmética está en auge desde hace unos años, aunque el uso médico de las plantas por vía oral existe desde siempre, como hemos comentado.
Recuperar la vitalidad y energía perdida: L’Océane (ampollas) e Iodalg. (cápsulas)
Disminuir los síntomas de la menopausia: Menocéane (cápsulas) y Menosvelt (cápsulas).
La causa de la celulitis no depende de un único factor, por lo que, para su tratamiento cosmético se actúa a 3 niveles:
Circulatorio: activos venotónicos y antidematosos – castaño de indias y manzanilla.
De tejido conjuntivo: activos reestructurantes – cola de caballo y silanoles y ginseng (panax gingseng).
De tejido adiposo: activos lipolíticos. Según el nivel, los activos que se utilizarán en la nutricosmética serán unos u otros – cafeína, guaraná, té verde, fucus vesiculosus, laminaria, escina y L-Carnitina (vitamina T).
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